El día 28 de agosto de 1815, fué celebrado el primer bautismo, en la niña Jacinta, quien nació el 16 de agosto del mismo año, hija de Manuel de Santiago y Rafaela de Torres.
El primer entierro fué el de doña Tomasa Torres el 8 de noviembre de 1815. El primer matrimonio fue de Don Diego Maldonado (viudo de Manuela Rodríguez) con María Juana Alvarez el día 20 de diciembre de 1815.
La utilización de la fuerza de trabajo fue siempre reducida en Adjuntas, a causa del limitado capital de los dueños de esclavos en este municipio, el mantener un grupo grande de esclavos en medio de un ambiente donde predominan los bosques es visto con recelo por los esclavistas ya que el temor a fugas y levantamientos siempre estuvo latente en los sectores esclavistas y las montañas facilitaban éstas acciones de los esclavos.
En el año 1815 el número de esclavos era de 26, desgiozados en “1 padre, 4 madres, 13 hijos y 8 hijas “.
Similar número encontrarnos en el 1820, con “3 padres, 5 madres, 7 hijos, 8 hijas “, para un total de 23 esclavos.
En 1816, un año después de la fundación, tenía Adjuntas, 3,240 habitantes. Mientras que en el pueblo crecía de día en día, aumentando el número de habitantes, ocurría lo mismo en los barrios que le fueron asignados a la nueva municipalidad.
Se levantaron fincas de café y se cultivaban frutos para propio consumo de las familias campesinas, y a la vez traían a la población para la venta de los mismos. La crianza de ganado, caballos de montura y carga, y toda clase de animales iba en aumento. Se utilizaban máquinas movidas por fuerza animal o hidráulicas para beneficiar el café, montando en algunas partes trapiches y trenes de fondos de hierro para hacer melao y azúcar morena.
En el barrio Limaní y por la Silla de Calderón (más arriba de Limaní) se montaron hornos de hacer cal para las construcciones de casas y otras necesidades locales.