La alcaldía de Adjuntas estuvo en anexo a la de Utuado hasta el 1822. La primer casa alcaldía de Adjuntas se instaló en la hoy esquina de las calles Rius Rivera y Rodulfo González (donde luego se construyó la casa parroquial).
En el 1849, una madrugada de un día 9, la casa consistorial con el archivo de la Alcaldía, el de la corporación y los enseres correspondientes al establecimiento de educación primaria se incendia. El juzgado de la Instancia es informado para hacer la averiguación, si la desgracia fue causal o por maldad de alguna persona. Según el informe del Regidor Decano (Francisco) quien tuvo que hacerse cargo de la Alcaldía porque el propietario a la vista de las llamas sufrió un ataque que lo mantuvo en cama.
Luego la alcaldía se traslada a otras casas. En el 1878, se describe como de madera y en buen estado. José Garrigó, alcalde de Adjuntas construye la segunda casa alcaldía para 1897. Se construyó en la esquina Rius Rivera y San Joaquín; la misma era de maderas del país con balcón a los lados norte, sur y este. Contaba con un salón amplio de bailes y reuniones, con ocho elegantes cortinas de Damasco color vino tinto.
El 4 de septiembre de 1909, se acuerda, en vista del mal estado en que quedó el salón de sesiones como resultado del último baile celebrado, el consejo por unanimidad acordó no conceder el salón para bailes y otros espectáculos con excepción del día del Patrón, o un día de fiestas especial con consentimiento del consejo.
El domingo 12 de agosto de 1923, la noche de la celebración de los Santos Patrones, un fuego destruyó por completo la casa alcaldía, perdiéndose otra vez la documentación de nuestra historia. El fuego, según unos, se inició en la planta eléctrica municipal que estaba en el patio, para otros fue mano criminal. Acto seguido instalan las oficinas municipales en casas alquiladas, entre ellas, en la casa de doña María Irizarry Vda. de Fusté, en la calle Rodulfo González, desde septiembre de 1923 a junio 30 de 1924; en el mes de agosto de 1926 se encontraba en la calle Luis Muñoz Rivera; y a partir de julio hasta el 15 de septiembre de 1927, en la casa de don Arturo Rodríguez.
Bajo la administración de don José Victor Bosh, en el 1927 se comienza la construcción de la nueva Casa Alcaldía en la misma esquina donde se quemó la anterior. El arquitecto fue el Sr. Rafael Carmoega, el autor del diseño lo fue el ingeniero civil Fernando Caso y el contratista, el adjunteño Antonio Moll Boscana.
En el 1948 se reparan las puertas y ventanas de la casa alcaldía por orden del entonces alcalde Hon. Bartolo Barceló.
Para el 1961 se inaugura la Biblioteca Pública Jaime L. Drew, localizada donde estuvo la cárcel, cerró funciones en el 1970.
En el 1968 se adquiere el reloj de la torre y se instala en la noche buena de 1969, el Sr. Edwin Plaza recibió toda la orientación sobre su manejo, y fue reparado varias veces por el Sr. Víctor Pérez.
Los trabajos de ampliación se realizaron durante el 1975 y 1976.
Para la celebración del Quinto centenario del descubrimiento de Puerto Rico, en el 1993 la Casa Alcaldía se seleccionó como proyecto símbolo del pueblo y se suponía fuera restaurada, pero sólo se cambiaron las lozas del zaguán y la Oficina de Asuntos Culturales y Turísticos. En septiembre de 2005, le cambian las ventanas “Miami” por otras, de supuesto seguro y estética al edificio, y las puertas.